lunes, 31 de diciembre de 2012

Soplando con los ojos cerrados...

Deseo que en este año sean mas de cincuenta las veces que me falte el aire de tanto reír.

Deseo que todos los guap@s que se me acerquen,
cumplan el requisito de ser el doble de guap@s por dentro que por fuera.

Deseo poder dejar marchar todo aquello que lejos de mí deba estar,
cada cosa en su lugar.

Deseo que cada amanecer se acompañe de un bolus de salud, para aquellos a quienes más quiero.

Deseo que la multiplicación de los minutos por los llantos sea menos infinito,
o más allá.

Deseo que el amor me envuelva y todo lo carente de autenticidad,
no aparezca.

Deseo que las fuerzas no amainen, cuando de luchar por lo que realmente quiera se trate.

Deseo que todos los sueños sean bonitos, y que saque el empeño para hacer, muchos de ellos, realidad.

Deseo volver a verte al menos,
una vez más.
Para darte un achuchón, 
que no sé si el otro lado es este o aquel,
sea cual sea debes saber
que caminas conmigo a cada paso que doy,
que damos.

Que un nuevo año, pueden ser 365 días más,
y también puede ser ese torno,
en el que tanto deseas montar.
Para modelar, por dentro y fuera, 
para pulir, crecer, vivir, y soñar.

Y lo que más deseo, en esta vida caprichosa, es que los pocos y buenos que estáis a mi lado no faltéis nunca... 
Por si los llantos son en infinito,
y los días de sol y la risa se quedaran en singular
por si la "mala suerte" que a todos nos envuelve,
se quisiera presenciar.


Feliz 2013 :)


domingo, 23 de diciembre de 2012

Contrasentidos

Todo viene y va -dicen-,
y por desgracia todos aquellos que se van no vuelven,
y suelen marcharse quienes más quieres.

Y vives deseando cumplir años
creyendo que ese año más que tendrás y no tenías
te entregará eso que tanto anhelas y no tienes
-y probablemente no tendrás jamás-.

Y a cuatro días de cumplir uno más, 
te das cuenta que tu mayor deseo,
sería probablemente no cumplir más,
hasta conseguir cumplir aquellos anhelos pendientes, 
que te acompañan desde años atrás, 
para no abusar de la ambición con un nuevo suspiro más.

Pides a gritos soledad,
a la vez que la aborreces.
Porque estos días -dicen-,
se viven juntos
y echando cuentas, 
soledad más uno ya son plural.


Y dicen tantas cosas, 
y no encuentro una que merezca la pena agarrar.


Que sin saber de donde vienes,
en un intrincado circo te entretienes.
Sabes que estas vivo porque inspiras algo parecido al aire,
sigues andando por miedo a lo que puedes perder
y entretanto te pierdes, y los momentos también se pierden.

Te quiero -dicen-,
bonito par de palabras, 
de no ser porque están irremediablemente inmersas
en la más absoluta subjetividad.
En este punto me pregunto,
si no es mejor que no te quieran tanto 
y te regalen un momento más de felicidad.


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Lo difícil  - Karmelo C. Iribarren

Enamorarse es fácil.

Uno puede enamorarse
-sin demasiado esfuerzo-
varias veces al día,
a nada que se lo proponga
y se mueva un poco por ahí;
y si es verano,
ni te cuento.

Enamorarse no tiene 
mayor mérito.
 Lo realmente difícil 
-no conozco ningún caso-,
es salir entero 
de una historia de amor.


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Despierta -Africa-,
ya verás, que te están esperando,
paciendo en el portal una reata de pegasos
para cruzar el cielo tras la estrella del vencido
y hacerse las preguntas que exigen estar aún vivo.