martes, 18 de julio de 2017

Allá donde estés, felicidades.

En mi ajuste de cuentas al tiempo,
hoy me toca perder.

Tuvo mucha prisa en llevarte,
no tenía idea del daño 
que nos hizo perder, perderte.

Y si quince años no es nada, 
como dijo aquel,
ya son más de media vida mía
aunque parte de ésta me la robó él.

Caprichoso y apresurado, 
no entendió que nuestro camino
era mejor de la mano,
que con nosotras no hay dos sin tres.

Aunque sean contables las lunas,
no imaginas cuántos abrazos extraño
cuantos reproches y el daño
sin entender el porqué.

Que dicen que madre sólo hay una,
y yo tuve la fortuna,
de poder sumarte a ti también.

Lo que no sabía este ladrón
es que a nuestros años en presente
supimos dividirlos día a día
para sumarle vida a los segundos.

Es gracias a eso,
que quince años después,
sigo recordándote, recordando:

aquellas tardes cogidas de la mano,
nuestros veranos en el pueblo,
incontables paseos para hacer la compra,
cada medio día en tu casa,
cada desayuno que me traías...

Cada sonrisa que escondía el cansancio,
cada abrazo y cada beso,
y ese aroma que no hay tiempo que me robe,
porque eso sí que es para siempre,
mío. 


-----------------------------------------------------

Recordándote venzo al tiempo,
porque le dimos vida -de la que no se olvida-
a nuestras horas.



Gracias por tanto.
Sigue aquí cerquita,
porque yo te siento aquí.

Te quiere,

Afri



No hay comentarios: