Ridículo, que despierte llorosa y agitada
de uno de esos sueños de siestas tan deseadas
sin haberte invitado a pasar.
Siendo de realidades de lo que aprendo
tengo que reconocer que siento
que aunque más de una vez me cague en ello
libre de culpas dejo al "amor" al final.
No me atrevo a ensuciar con mis diminutas palabras
un sentimiento, sólo porque el dolor me dé el derecho de patalear.
Porque aquello que damos es el reflejo de uno mismo,
de ese "yo" que siempre nos va a acompañar,
y a la vez porque dicen que el tiempo nos coloca en nuestro lugar.
Un lugar que no sé si será el cielo, el infierno
o un paraíso que yo imagino muy adentro...
pero es un lugar en el que muy agusto quisiera estar
sin tener que pelear con los que un día acepté como sueños, ni con mi moral.
Y es que perder algo que uno nunca buscó,con lo que nunca soñó, algo que uno realmente no tenía pensado querer para sí... Sólo puede ser ganancia.
Y transformar la decepción en esa fuerza que te invita a dar ese paso más, que te acerca a tu esencia, a donde y con quien quieres estar.
En ocasiones ignoramos que aparcar el miedo y cruzar esa nueva puerta entreabierta es mucho más sencillo que lamentarse por la que se acaba de cerrar.
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Prefiero caer luchando, siendo valiente. Ya supe que aunque se gane no es suficiente.
Prefiero bailar con ganas aunque no sepa, los hilos del corazón mueven mi marioneta... No puedo ni quiero ser aquello que no soy... Prefiero seguir presente allá por donde voy.
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